Una sociedad anónima (JSC) es ideal para empresas más grandes que buscan obtener capital de inversores. Puede ser fundada por una o más personas naturales o jurídicas, con su capital dividido en acciones que pueden cotizar en bolsa. La empresa es la única responsable de sus deudas, mientras que la responsabilidad de los accionistas se limita al importe de su inversión. Esta estructura es perfecta para empresas que buscan expandirse significativamente y atraer inversiones sustanciales, lo que la convierte en una opción popular para inversores extranjeros en Arabia Saudita.